sábado, 8 de diciembre de 2012

Raulito



Por: H. K. Michael Ayala Alva

Todo tiene que salir como yo quiero, alistaré mi mente con un carnaval de expectativas que deberán cumplirse en la realidad. ¿Por qué? Porque así tiene que ser y siempre ha sido. ¿Propina para el trago? Lista. ¿Terno? Limpio ¿carro? Me lo tiene que dar mi madre, me lo tiene que dar porque se lo he pedido desde hace mucho y si no me lo da ya verá el berrinche que le hago. Todo tiene que Salir perfecto ¿La pareja para la prom? No tan linda, pero se muere por mí, así que hoy es el día. Estoy seguro, ella también quiere y atracará de todas maneras, nos vamos a la casa de Terry y ya está, ahí la hago. Pero antes una “previa”, unos cuantos tragos para empilarse antes de ir a la prom, un parsito de wiskhys para comenzar, para brindar con la gente y recordar un poquito el año pasado, el día de la tremenda borrachera hasta las siete de la mañana, esa memorable “bomba” que nos metimos todos y que no hemos vuelto a repetir en otra circunstancia mejor. ¿Drogas? Nada de porros, hay que estar bien para la flaquita, para comérsela como debe ser, en la casa de Terry quizá, ¿en un telo? No hay plata. Pobrecita, está templada, pero es linda, hay que ser todo sin hacerla sentir mal, con cariño, con ternura y suavidad, pero el trago, pucha, con lo que me gusta tomar, pegármela, una buena “bomba” como la del cole, esa borrachera maestra, la que no he podido repetir otra vez porque el colegio ya se acabó, porque allí era popular y ahora ya no, porque en la Universidad no es lo mismo, no es lo que esperas, encima me jalan en un curso en el que soy bueno, pucha, que joda, y el carro que no lo tengo y que quería pero no lo tengo; que joda, que mierda, un porro o una chela y todo se olvida, pero vuelve otra vez así que le metes más chela y vuelve otra vez la bronca de no tener lo que uno quiere, y así,  y así cada fin de semana. Egoísmo dice Miguel, tal vez, pero hoy voy a recordar; sueño y vivo con la expectativa. Sí, hoy saldrá todo como yo quiero, todito, la salida, los tragos, el carro, la casa, la flaquita (linda con la ropa, linda sin la ropa, pensarla antes, durante y después…después nada, un choque y fuga nomás). Lo bueno es que no hay que trabajarla, ella está templada así que cae al toque con una sonrisa, la que le pongo a mi vieja para que me dé propina, porque me tiene que mantener hasta que termine mi carrera y si se puede hasta que me case y después, siempre cuidándola, como el macho de la casa, pero eso sí, sin reglas porque para eso uno es hombre, pero siempre atendiéndola, manipulándola despacito pues, no como el gringo Arles que da pena el pobre, lo botan de su casa, da vergüenza cuando para con nosotros, lo choteamos y regresa, a su, que fea vida, cocaína en la mañana, tarde, noche y madrugada, pastillas para dormir cuando está sano; ese sí es adicto, yo no, yo con mis traguitos nomás, por ahora, ya de viejito no pues, seguro lo dejó, a mí no me gana, yo le gano al trago, ¿más grande que yo? Mentira, yo mando y así es, porque las cosas siempre salen como yo quiero. Aunque a veces….pucha, el curso que jalé, la borrachera esa en el cole, los robos en el centro comercial, las notas y los puntos de los profes, las broncas con mi vieja, un poquito más y me interna, ja ja. Pero la chela es rica, me hace olvidar que no encajo, con la chela encima todo es felicidad, la resaca después cansa, pero olvidas de las preguntas esas que te haces ¿quién soy? ¿soy algo? Esas preguntas me martillean una y otra vez el cerebro, me chancan a cada rato, y esta sensación de vacío con la gente que chupo todos los fines de semana, esa sensación de no saber quien soy, si valgo algo, si vendrá algo bueno en mi futuro. Nada, mejor evado, me olvido, me quito de la realidad con unas chelitas, con la fiesta de prom, otra vez seré el “papi”, “el popular”, el que todos amaron en el cole y el que se acaba de ir hace un año; mejor no pensar mucho, evadir, olvidar que después me siento mal, que se queda un hueco en el pecho que no llena ni la chela, ni los amigos, ni los porros. No importa, qué rica expectativa, que rico pensar en lo que voy a hacer hoy, ¿aguantaré con el trago encima? Pucha, todo despacio, primero alistar varias previas, después recogerla, después llevarla y después…ya sabes, que pase lo que tiene que pasar...

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     - Oe ¿y que fue con Raulito?
-        - Nada tío, el día de la prom se rayó
-        - ¿Por qué ah?
-        Hizo las previas y con el tufo a trago encima
-        ¿Y eso, que tiene de malo?
-        Nada, ya venía empinchado porque su vieja no le dio el carro.
-        ¿Pero que pasó después?
-        Fue a recoger a su pareja, pero como a las tres de la mañana ella fue con su mamá. Daba pena verlo, ya andaba borracho pero él juraba que estaba bien.
-        Ja ja, osea, que no le salió el plan.
-        Para nada, la flaquita se fue temprano, él hizo el ademán de llevársela a la casa de Terry, pero su mamá no quiso, se empinchó, ya estaba con los tragos, se balanceaba y su tufaso eran más fuertes que las razones que daba. Ya sabes, que yo la cuido señora, que yo la respeto señora, que no se preocupe señora.
-        ¿Y entonces?
-        Nada de lo que pensó salió como él quería. La plata no le alcanzo, la vieja no le prestó el carro, su pareja se fue temprano. ¿Qué hizo? Se quedó a chupar toda la noche, hasta que dio pena y lo tuvieron que sacar.
-        Pucha, ese tío, ¿lo vas a ver mañana?
-        No, no creo, debe estar matadazo. De repente el próximo fin de semana, no hay chupeta en la que no esté.